Tendencias: ¡Comer sano y rico sí es posible!

La rapidez con la que ahora vivimos ha ocasionado que muchos de nosotros despreocupemos nuestra alimentación y que por ende, no llevemos un estilo de vida saludable.

Y tú, ¿cuál eres? Cortesía: Internet

A pesar de que esta situación es muy común, no es normal ni correcto que se asuma como una forma de vida, pues los hábitos alimenticios son parte fundamental en el desarrollo y óptimo funcionamiento del organismo.

La comida chatarra puede perjudicar la salud si se consume en exceso.
Cortesía: Internet

Para evitar este desequilibrio nutricional, ocasionado por la mala alimentación basada en su mayoría en la llamada “comida chatarra”, María Fernanda Bermúdez, estudiante de nutrición, recomienda:

Comer con moderación e incluir alimentos variados en todas las comidas.

Alimentarse diariamente en base a frutas y verduras de todo color y tipo.

Evitar el consumo excesivo de carnes rojas, o al menos retirarles la grasa y cocinarlas completamente.

Preparar las comidas con aceite crudo, de preferencia de oliva y evitar la grasa para cocinar.

Medir el consumo de azúcar y sal, procurar utilizar lo necesario.

Aumentar el consumo de legumbres y cereales, por sus altos contenidos de fibra.

Evitar el consumo de bebidas alcohólicas en general.

Beber dos litros de agua diariamente.

Un desayuno nutritivo no tiene por que ser aburrido. Cortesía: Giulia Roggiero

Giulia Roggier comía de forma “normal” todos los días, pero al notar que había engordado, acudió a una nutricionista quien la mandó a hacer dieta. El asunto le preocupó, según cuenta la joven de 18 años porque "era más por salud que por estética". Su nuevo régimen alimenticio al inicio le resultó muy incómodo pero al cuidar su alimentación (algo que nunca antes lo había hecho, mucho menos pensado), descubrió una infinidad de sabores que ni sabía que existían.

Canelones de vegetales: deliciosos y nutritivos. Cortesía: Internet

Conoció muchas nuevas recetas y platos novedosos que hicieron que cada vez se interese más en su nuevo tipo de alimentación. No solo su salud y apariencia mejoraron, su actitud también cambió y resulta que le encantó. Poco a poco, se fue acostumbrando a este nuevo estilo de vida y fue como su salud cambió radicalmente.

Durante la adolescencia, etapa fundamental que marca el paso de la niñez a la vida adulta, es primordial llevar una correcta nutrición. Los nutricionistas recomiendan planificar la alimentación diaria, para ello se deben tomar en cuenta alimentos de los tres grupos tanto para el desayuno, comida y cena.

Primer grupo: Son aquellos que proporcionan principalmente proteínas, como: leguminosas, leche, carne, pescado, huevo y queso.

Segundo grupo: Pertenecen los alimentos que proporcionan vitaminas y nutrimentos inorgánicos o minerales, como las frutas y verduras.

Tercer grupo: Son los que proporcionan energía, como cereales y tubérculos, incluyendo en también las grasas.

Un almuerzo saludable debe incluir alimentos varios de los diferentes grupos logrando un balance nutricional. Cortesía: Giulia Roggiero

Otro punto muy importante, resalta María Fernanda es que no debe saltarse ninguna de estas comidas principales, pues estas son las que aportan la mayor parte de nutrientes y calorías necesarias para el organismo.

Añade que, sin embargo lo recomendable es realizar de 5 a 6 comidas diarias (incluyendo las mencionadas como principales), pues las colaciones entre desayuno, almuerzo y cena ayudan a acelerar la digestión y el metabolismo.

La catedrática de la carrera de Nutrición, Alexandra Bajaña manifiesta por su parte, que se debe procurar la ingesta de alimentos naturales y añade que en caso de que sea necesario hacer un ajuste en la alimentación, se debe recurrir al médico para una orientación, evitando dietas que por sí mismas puedan poner en peligro el crecimiento y estado de salud.

Varias opciones saludables para el piqueo de la media mañana o media tarde.
Cortesía: Giulia Roggiero

María Fernanda nos comparte algunos tips que incluso ella aplica, para sobrellevar la dieta y evitar caer en la tentación de ingerir grasas y dulces. “Las ensaladas se pueden acompañar de una cucharada de mostaza dulce, baja en calorías y delicioso aderezo. Es importante combinar colores en los platos para que así, sean más atractivos a la vista. Incluso, se puede experimentar creando nuevas ensaladas con la mezcla de frutas y vegetales. De igual manera, variar las recetas añadiendo ingredientes”.

Existen muchas dietas, unas más famosas que otras, que prometen mil maravillas; sin embargo, muchas de las veces, provocan secuelas terribles. Por ello, no está de más nombrar la conocida pero sabia frase “el remedio puede resultar peor que la enfermedad”.

Recordemos que para ver resultados favorables, es necesario llevar una dieta con constancia y esfuerzo, no se deben cambiar los hábitos alimenticios de un momento al otro, sino poco a poco y con calma; un nuevo estilo de vida se basa principalmente en un cambio de pensamiento. Las tallas de ropa o libras de peso no determinan la salud de una persona, este parámetro depende de cada ser humano.