En Guayaquil, una chiva es sinónimo de festejos. Durante todo el año es común ver estos vehículos y escuchar música, pitos, trompetas y tambores por las calles de la ciudad.
Ritmos musicales como reggaetón, salsa y merengue suenan en los parlantes de los vehículos mientras los viajeros muestran sus dones de bailarines en una pista de baile improvisada. A esta tendencia se la conoce como “chivatecas”.
Uno de los negocios que es parte de esta tendencia es “La Chiva de mi Pueblo”. Su propietario, Diego Artunduaga, explica que la tendencia de las “Chivatecas” empezó en el 2000. Según él, la regeneración urbana de Guayaquil impulsó el negocio de las “Chivatecas”.
Chiva con Pista de Baile. Foto Cortesía de Diego Artunduaga
David Jiménez quiso sorprender a su novia. Él
es ingeniero mecánico de una empresa de automotores de Guayaquil y decidió celebrar el cumpleaños de María José
Rubio con una farra sobre ruedas. Llamó, en septiembre del 2013, a La Chiva de
mi Pueblo y contrató un recorrido de dos horas por USD 250.
Sus invitados recibieron un trago conocido
como “Agua Loca” (una mezcla de agua ardiente de caña y saborizante artificial), bailaron con música de pueblo y de un DJ y recorrieron las
calles del Centro de la cuidad. Artunduaga dice que a los jóvenes les encanta
la música de pueblo, pero también disfrutan los ritmos de moda y en base a eso
se acomodaron chivas para satisfacer esa necesidad.
Grupo de amigos celebrando. Foto cortesía de David Jiménez
La Chiva de mi Pueblo tiene 10 vehículos
distribuidos en todo el país: Guayaquil (7), Quito (2) y Santo Domingo (1). De esas unidades,
tres tienen pista de baile. Las “chivatecas” son utilizadas para realizar
despedidas de solteros, celebrar cumpleaños, paseos familiares... Funcionan
cualquier día de la semana.
Benjicar, empresa de turismo, también ofrece
el servicio para sus clientes. Tiene dos chivas tradicionales y dos
buses-fiesta. En estas, las luces de neón, las cámaras de humo y la música, sea
de banda o discomóvil, alegran a los pasajeros. Para estos negocios, diciembre
es la época de mayor demanda. Además, los recorridos nocturnos son los más
cotizados por los clientes.
"Chiva de mi pueblo" Foto cortesía de Diego Artunduaga
El horario de las 21:00 es el preferido. Una
de las usuarias de las “chivatecas” es Paulina Priscila Cardenas. Ella explica
que son una alternativa diferente para disfrutar. “Te llevan por toda la cuidad
y es divertido además se puede tomar fotos a los lugares”.
Actualmente, las chivas no tienen permiso de
circulación en Guayaquil. Razón por la cual, las empresas que realizan este
servicio deben tramitar las autorizaciones en el Municipio con semanas de
anticipación para transitar por las calles. La mayoría de vehículos tiene una
capacidad para 34 pasajeros.
Los recorridos empiezan donde el cliente lo
pida, se pasa por Urdesa Central, la 9 de Octubre, Malecón del Salado, Malecón
2000 y la fiesta sigue hasta completar las dos horas. Normalmente se quedan en
el mismo sitio o en alguna discoteca.
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