Cuchifrito Don Lucho un negocio con sabor tradicional, que se ha mantenido gracias a su emprendimiento y lucha ahora tiene una nueva cara. Durante 34 años, el señor Luis Largo Pucha ha sido quien ha sacado adelante su negocio, pero ahora su última hija, Pilar Largo Cambi, de 23 años, es quien seguirá adelante con este negocio.
Proveniente del cantón Déleg ubicado en la provincia de Cañar, este hombre con su esposa, y sus nueve hijos, llegaron a Guayaquil con un sueño y sin un lugar donde vivir. Ese sueño se trasformó en un quiosco en la esquina entre Coronel y Argentina, donde este no sólo era su sustento diario sino que además era su hogar.
Empieza con la venta tostadas y jugos, luego con el hornado, apenas con 5 libras de carne de chancho. Al ver que el hornado se vendía de manera exitosa continúo con la fritada; primero fueron 5 libras, luego 10, luego 40, hasta que un día llegó a preparar mil libras. Con el dinero ahorrado de sus ventas, decide invertir en un local propio, en el que se encuentra actualmente ademas dando apertura a otras sucursales.
Empieza con la venta tostadas y jugos, luego con el hornado, apenas con 5 libras de carne de chancho. Al ver que el hornado se vendía de manera exitosa continúo con la fritada; primero fueron 5 libras, luego 10, luego 40, hasta que un día llegó a preparar mil libras. Con el dinero ahorrado de sus ventas, decide invertir en un local propio, en el que se encuentra actualmente ademas dando apertura a otras sucursales.
Su hija Pilar, nos cuenta como anécdota que “mi padre atraía toda clase de clientela, todos venían, hasta los del municipio, un día los “robaburros” se le llevaron el fogón y cuando la gente del Municipio llegó a comer pero no estaba vendiendo nada, fueron con él a recuperar su fogón y advirtieron a los “robaburros” que no lo molestaran más ya que éste era su lugar favorito para comer”.
El Cuchifrito atrae a diferentes círculos sociales, gente de pantalla, políticos, trabajadores de fábrica, obreros y muchos más. Aquí la sazón no distingue nivel económico, simplemente la sazón es para todos, porque todos coinciden en que su paladar se deleita con el sabor de la fritada de Don Lucho.
La menor de los hermanos Largo, nos comparte que su inserción en el negocio se debe a que su padre se ha enfocado en generar otras fuentes de ingreso. Ella ha quedado al mando del negocio de la fritada, manejando tanto el negocio del sur como el negocio del centro situado en Rumichaca y San Martín.
La aspiración de esta joven tecnóloga en diseño gráfico, es transformar los locales dándole un aire en decoración vanguardista para así hacerlo más atractivo y actual a su clientela, pero manteniendo lo tradicional del local. Asume su rol como nueva empresaria reconociendo que las redes sociales son una plataforma a la que debe integrarse. Esta joven espera poder abrir dos locales más en el norte ya que sabe que “hay personas que vienen desde lejos: de Daule o Durán, y me dicen que se han hecho un “tremendo viaje” solo por nosotros, de esta manera podría evitarles todo ese tiempo” comenta.
El Cuchifrito nace con Don Lucho, pero actualmente, Pilar es quien asume las riendas del negocio con responsabilidad y cariño; ya que como ella dice “he aprendido a valorar este negocio, es parte de mi vida, mis padres pudieron hacerlo, privándose de vanidades, de viajes para darle todo a su familia, ahora yo soy la que puedo disfrutar y puedo seguir adelante con este negocio por muchos años”.
Por: Jonathan Suárez
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