En el indoor las reglas son subjetivas

Los jugadores en plena acción. Foto cortesía

Todos quieren demostrar sus habilidades con la pelota número tres. Chicos de diferentes edades se dan cita en las diferentes canchas de cemento para jugar indoor. este deporte no cuenta con reglas oficiales, sino más bien transmitidas oralmente a través de los años. Juan Salazar de 15 años de edad llega con su banda, un grupo de jóvenes que se enfrentará a los mejores de barrios aledaños para demostrar que son los mejores.

El indoor es un deporte de contacto, donde los empujones son comunes. Muchos chicos afirman que para destacar en el fútbol, primero debes desenvolverte bien en los espacios pequeños, jugar en espacios reducidos tiene como finalidad fortalecer la habilidad, rapidez y agilidad de los futbolistas. El indoor se lo practica en dimensiones pequeñas, en cada barrio o esquina; el indoor está presente, su condición intrínseca es esa: jugar en canchas de cemento o en las calles. Javier Hidalgo, amigo de Juan, juega fútbol e indoor, dos aspectos totalmente diferentes “en el indoor tienes que tocar rápido el balón, sino te pegan en las canillas o te empujan y eso es habitual, porque no hay árbitros”, expresa Hidalgo de 16 años de edad.

Es una realidad asumir que el indoor permite patadas y roces como habitual, es el deporte para vivos. Normalmente se lo practica entre cinco personas por bando, se utiliza una pelota pequeña, la número 3, acá la regla básica es el equipo que anote tres goles gana el encuentro, así de simple. En los alrededores el equipo entrante reemplazara al perdedor y tratará de ganar el partido para seguir jugando con otros equipos. Las apuestas en el indoor van desde 0,25 ctvs hasta 1,00 dólar por persona “los jugadores apuestan 0,25, 0,50 o hasta un dólar, el partido va más allá del dinero, no perder es la consigna” expresa Sandra Valencia, una espectadora del juego. Los grandes futbolistas brasileños que poseen una técnica hábil en sus piernas, primero han brillado en las canchas reducidas; Robinho y Ronaldinho, es la muestra perfecta que adaptarse a un campo limitado contribuye a mejorar el dominio del balón en situaciones complejas.

Los chicos que practican indoor están en constante evolución con el balón, ellos en el fútbol son el reflejo de la constante practica para perfeccionar movimientos y amagues. El portero del indoor, no se tira; literalmente vuela, son chicos que lo dan todo en cada jugada. El tiempo dirá si tendremos algún jugador hábil de la talla de Ronaldinho, ex-astro del F.C Barcelona.

Geovanny Pilamunga

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